Los enfermos de especialidades se quedan sin atención y medicamentos durante la pandemia, mientras el sistema de salud prioriza a los enfermos por Covid-19.
Un sistema de salud superado
Es evidente que esta pandemia nos ha dejado expuestos ante una situación inimaginable, sin embargo, ante una situación inesperada los gobiernos han tenido que enfrentar los conflictos por sus propios medios.
El sistema de salud de muchos países se vio afectado o colapsado, es el caso de México, que se vio rebasado en los momentos más álgidos de la pandemia ante el Covid-19.
Desde un inicio, cuando se empezaba a conocer sobre el coronavirus la preocupación en la ciudadanía creció al ver que en otros países se construían hospitales para entender la enfermedad. Sin embargo, en nuestro país, Hugo López-Gatell, subsecretario de salud, informó que no se construirán nosocomios especiales, por el contrario, se optaría por la reconversión de hospitales públicos del IMSS y el ISSSTE, igualmente, por el apoyo de hospitales privados para la atención de los enfermos por Covid-19.
¿Esto qué significó? Pues que el sistema de salud se volcara para la atención de los enfermos por el nuevo virus, mientras que se dejaba en indefensión a los pacientes de especialidades, a quienes los médicos les suspendieron sus citas.
Así, miles de pacientes con enfermedades degenerativas, como cáncer, sida, crónicos renales, crónicos hepáticos, diabetes se vieron sin atención en uno de los momentos más críticos de la pandemia, siendo ellos quienes eran parte del sector del alto riesgo.
En nuestro país que ya de por sí durante décadas se ha sufrido del desabastecimiento de medicamentos, durante este sexenio no ha sido la excepción, así los niños con cáncer ha sido uno de los sectores más afectados, pero también ha habido desabasto para otros enfermos de especialidades, que han tenido que comprar las medicinas o quedarse sin ellas.
Los pacientes de los hospitales públicos debieron acudir a otras formas de atención, y hay que recordar que las consultas de especialidades no son baratas, por lo que algunos se quedaron sin ninguna atención.
Los casos de los enfermos
En una entrevista “Margarita”, joven de 25 años, quien pidió que se le cambiara el nombre para evitar represalias, señaló que, al ser enferma crónica renal, en etapa terminal, apenas fue operada para que le colocaran el catéter para su diálisis, antes de que se interrumpiera el servicio en el hospital La Raza, pero que otros compañeros no tuvieron la misma suerte. Este tratamiento, señala, le permite continuar con vida.
Tanto en el IMSS como en el ISSSTE se suspendieron las operaciones programadas sin conocerse la fecha para que volvieran a realizarse. Así la mortandad de muchos pacientes no covid-19, también se elevó. Muchos de estos enfermos murieron en sus casas sin ningún paliativo para evitar el sufrimiento.
En el caso de mi hermano, por ejemplo, también dejó de recibir atención en la clínica 48 de Azcapotzalco, en especialidades, pues su doctora dijo que ya no podía seguir atendiéndolo porque el hospital sólo atendería a enfermos por Covid-19, así se quedó sin atención, y en espera de una atención privada.
Esta situación es algo que también enfrentaron otros pacientes. Carlos, quien era atendido en el ISSSTE me platicó que a él también le suspendieron sus citas hasta nuevo aviso, al inicio de la pandemia. Mientras que una señora de la tercera edad no pudo ser operada de su rodilla, cuando se lastimó durante el semáforo rojo y padeciendo el dolor durante semanas hasta que su familia pudo pagar un hospital privado.
¿Y qué sucede si los pacientes necesitan atención urgente por sus padecimientos médicos? Pues lo mismo: sin atención. En la clínica 13 de Azcapotzalco, por ejemplo, durante el semáforo rojo dejaron de atender a los pacientes en urgencias, sólo atendieron a Covid-19. En una ocasión que mi hermano tuvo complicaciones, acudimos a emergencias, pero nos mandaron a otras clínicas en donde se suponía la iban a atender, pero igual negaron los servicios.
En nuestro caso también nos faltó medicamento, pero por fortuna nos era accesible el costo. El problema es que hay medicamentos muy costosos en los que una familia no puede adquirirlos.
Reinicio de la atención
Los enfermos de especialidades fueron el daño colateral de esta pandemia, gente que se quedó sin atención médica y en algunos casos sin medicamentos.
Por si esto fuera poco, el sistema de vacunación contra el covid-19 no priorizó a las personas con enfermedades crónicas o degenerativas que estaban en el sector de alto riesgo, dejando que niños y jóvenes siguieran expuestos, pues serán los últimos en ser vacunados. Cabe señalar que en el caso de los niños aún no se tiene seguridad si serán inoculados.
El IMSS, por su parte, en este mes de junio con el semáforo en verde ha anunciado que la atención a los pacientes volverá a reiniciar, sin embargo, esto está por verse, pues de subir nuevamente la ocupación de camas se dejará de atender otra vez a los enfermos.
Pero este padecimiento no sólo se debe a un sistema de salud colapsado o al gobierno, sino a la misma ciudadanía que no tiene conciencia para cuidarse, pues si la gente redujera el contagio por Covid-19 entonces los pacientes podrían ser atendidos. Esto podría resolverse si todos cooperáramos.
Aún falta conocer los muertos reales por el nuevo virus, pero también conocer las muertes por falta de atención en los hospitales públicos.
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