Imagen Escritura destierra

“Escritura destierra” es un breve ensayo literario que explora la temática sobre la escritura siendo una persona desterrrada o des-terrada. A partir de la idea de una migración constante sin orígenes, se liga a la escritura a partir del movimiento y deslizamiento.

Extracto Escritura destierra:

Imagen Escritura destierra. Calle de Madero CDMX
“Escritura destierra”. Fotografía propia: Av. Juárez, frente a la calle de Madero.

La escritura crea espacios. Los desplazados los fundan, escriben des-tierras. Espacio y escritura están ligados por el movimiento. Ahí donde la gente encuentra el miedo a lo desconocido, los parias fundan su tierra. Ahí, donde todos están cómodos, atraviesa el trazo de un caminante, el sueño sedicioso de un forastero, el caos de un sin-hogar.

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Una persona sin tierra intenta mezclarse en una geografía fragmentada por la velocidad. El ruido de la ciudad es un avispero alentando a su lectura. La figura observa atenta, lista para interpretar los signos de los lenguajes. Extrae de sus ropas un artefacto de escritura-captura. Los caminos han cambiado, en otros senderos quedaron las libretas con los esbozos de los paisajes. El viejo artilugio deviene en máquina de escritura.

Aquel forastero ha caminado la tierra, sabe de escrituras. Este es un espacio que contiene tiempos yuxtapuestos y memorias encimadas. Este espacio, éste, es el lenguaje más obsesivo de las metáforas. Tecnologías sobreexplotadas se ciernen por todos los rincones.

Una escritura-captura, una mano-ojo, son los instrumentos de nuestra época, una cámara y nota online hacen del instante una eternidad. La imaginería virtual se coloca frente a la máquina de captura. El personaje se prepara para escribir sus pesquisas, decenas de cuerpos se deslizan por el entramado del corredor urbano. Sus pasos son balbuceos. El lente se levanta. El ojo-escritura electrónico, extensión de la mirada extraña, está listo para la sobreexposición de la ciudad.

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El espacio tecnológico se expande con luces ficticias que rivalizan con el sol, colores que imitan la naturaleza, piedras en formaciones altas, los altavoces de los automóviles y los poemas-anuncios: Estridentópolis posmoderna. Un viajero en el vértice que dejó de ser vanguardista atraviesa el pretérito converso. El futuro es hoy. Un futuro abigarrado con rascacielos económicos, edificaciones con esqueletos de acero y cortinas metálicas, sólo que aquí el metal se incrusta en los palacios coloniales, en las fachadas de piedra, cimentadas en pirámides de fuego y tierra. Las construcciones son reflejo de sus personajes.

Cientos de personas cruzan el mismo espacio en una brevedad de tiempo. Miles diariamente. Cuerpos modulándose. Turistas, empleados, vagabundos, citadinos, paisanos, indígenas, extranjeros, empresarios, hambrientos y saciados. Todos atravesados por la velocidad de los tiempos, estancándose en un breve espacio. La ciudad reverbera…

Publicado en Revista Sinfín, núm. 38, julio-agosto, 2021, pp. 36-38
Imagen Escritura destierra
Esta fotografía acompañó al texto de “Escritura destierra” en la Revista Sinfín

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